Tututepec. Herencia cultural

Como una ofrenda a la herencia cultural que nos han legado los tututepecanos predecesores del pasado remoto y que refrendan los contemporáneos, Tututepec: herencia cultural se erige impetuosa como exposición de arte que refleja el esfuerzo sostenido de Eleazar Sánchez por la creación artística. Ha sido una labor de indagación de lo acontecido para fijarlo en el color, como en un acto de magia, para lo cual ha definido los elementos traza de nuestra historia regional para reiterarlo en el presente inatrapable, en un acto genial de palabras que emergen de sus pinceles.

Quien de niño aprendió a dibujar con su dedo trazando surcos en el piso de tierra de su natal Kasando’o, nos ha entregado una obra monumental, plasmada en el edificio municipal de Ñuu Yuku Saa, donde de manera singular se entrelazan las historias de las pendientes culturales más diversas, como las majestuosas civilizaciones de Mesoamérica y su ciencia aún no comprendida, cuyo ejemplo más enigmático es la finísima referencia del tiempo plasmada en el calendario mixteco del Códice Fejervary-Mayer, que podemos apreciar gracias a la intervención del artista y a su meticulosa labor de colocación de las miles de piezas de cerámica que refleja en gran formato la concepción del mundo y el universo en la tradición mixteca.

En el transecto de la obra mural que es reflejo de su obra creativa misma, Eleazar nos plantea el tema de la negritud a partir del naufragio de la esclavitud como relación social, no cedida por los esclavistas sino conquistada a golpe de machete, y como las culturas negras se instituyen y, en un movimiento cosmopolítico, se co-crean junto a las poblaciones originarias, como sociedades con distinciones y con disposiciones propias que la hacen un horizonte cultural diferenciado y singular. También cómo a pesar de las varias revoluciones acontecidas y reconocimientos nominativos, perviven las cadenas que con otros nombres y apariencias, vienen siendo las mismas.

Impacta la desnudez con que es planteado el tema de la dominación colonial, que redujo a un diez por ciento la población originaria mediante la guerra bacteriológica de las enfermedades importadas; el hambre del oro y sus funestas consecuencias, tesoros que aún se siguen buscando; y una imposición religiosa que trató de destruir las bases de un complejo sistema ideológico y que trata de imponerse hasta nuestros días.

La apuesta de Eleazar Sánchez no solamente apunta hacia el reconocimiento de la complejidad, sino también de la diversidad que nos caracteriza, pues a decir de algunos, estamos ante una de las regiones culturales más ricas de las que existen en nuestro país.

Francisco Ziga, Dr

Yuku Saa, abril 11 de 2022

Acerca de zigga

Hacktivista ambiental. Estudios sobre realidades en Afroindoamérica.
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