El pueblo de la Casa de Adobes nuevamente se declara como centro del mejor quehacer en nuestra región cultural. En la exposición Raíces malacateras se despliega en el arte del pincel y del color, una muestra de lo que somos en nuestro ser más íntimo. Participan en ella Alexis Bautista, José Hernández, Leo Rendón, Daniel Ramos y Bonifacio Mateos, todos originarios de Jamiltepec y comprometidos con la cultura regional.
Se nota el equilibrio en la muestra. Alexis nos sigue sorprendiendo con el mundo femenino, donde lo vegetal encarna humano y viceversa. Dos mujeres son árboles entrelazados desde raíces hasta copas y un corazón destila savia pero hojas crecen en sus ramas. La exploración que realiza en estos mundos, que la ciencia separa pero el arte une, es algo que viene pensando de antemano y seguiremos admirando.
El trabajo es resultado de una lenta pero persistente maduración. José Hernández nos sorprende al mostrarnos malacates que hablan, ollas que irrumpen el sitio, mujeres Ñuu Savi de original belleza, paisajes de nuestra región biocultural y máscaras de tigre, que simbolizan la fertilidad y la lluvia.
El despliegue de la geometría sagrada es evidente. La propuesta de Leo Rendón supera el cubismo puro al integrar lo mejor de nuestras raíces originarias, los símbolos profundos de nuestras culturas y las entrelaza con motivos de origen onírico, con las visiones de sueños que alumbran nuestro inconsciente, pero que forman parte de nuestras realidades, pasiones y procesos de pensamiento.
Los lugares mágicos de Jamiltepec están a la vista. Daniel Ramos nos entrega en su arte formidable, lo que a la vista natural se niega: los rincones, calles, paredes, texturas, colores, de esos pasajes formidables del pueblo que encierran voces, murmullos, ruidos, cantos y plegarias. También el horizonte femenino presente hoy y ayer.
Se aprecia la belleza y movimiento del mundo animal cercano a lo humano. Bonifacio Mateos hace gala de su creación y manejo del color al acercarnos al mundo que hace más de siete mil años domesticamos y que ha acompañado al hombre en esta aventura. En esa relación los hemos transformado y nosotros nos hicimos lo que somos.
Si en estas Raíces malacateras todo apunta a lo nuestro, a nuestras raíces y nuestro origen, a lo que somos, entonces debemos verla como la gran posibilidad que asoma en esta lluvia de color: un Jamiltepec unido y orgulloso de sus tradiciones más puras, de sus horizontes culturales, y de su gente.
Felicidades a los artistas malacateros, porque todas y todos venimos de las mismas raíces.
Licencia: Francisco Ziga, 2019. CC-BY-SA. 4.o Internacional
abril, 2019.