Por: Francisco Ziga
Presenciamos nuevamente en la Casona del Centro de Jamiltepec, Oaxaca, una muestra retrospectiva de varios submundos en que solemos dividir la realidad. El conjunto de obra titulada “Jamiltepec antiguo”, es producto de la suma de voluntades del gobierno municipal, los dueños del recinto que la cobija y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Se compone de imágenes provenientes de colecciones particulares de habitantes de Jamiltepec y de la Fototeca “Nacho López” de la CDI.
Si hay alguna duda de considerar a la fotografía como un arte, con “Jamiltepec antiguo” se disipa toda dubitación. Cada imagen se torna en obra creativa, detiene el tiempo, transforma el pasado en presente inmortalizando la vida cotidiana, la sonrisa de una niña, la vendimia y el trueque, la acción lúdica del juego del “chicuyo” ya en desuso y desplazado ahora por los juegos virtuales, los cambios en el paisaje, la danza y la música, la acción institucional; es decir, la historia y la vida cotidiana. Cada imagen es una apertura al pasado pero también un espejo en el que nos miramos en lo que somos de diversos y humanos; también en lo que queremos y podemos ser.
La obra es un homenaje a la sociedad costeña, a nuestra costeñía, a nuestras diversas formas de identidad personal y colectiva, como el ser campesino, herrero, estudiante, danzante, vendedora en el mercado “Telésforo Estrada”, maestro, artesana de telar de cintura, conductor de la acción institucional como el Dr. Alfonso Caso, primer Director del INI o el Dr. Rafael Mijangos Ross, primer director del Centro Coordinador de Jamiltepec. También es tributo a quienes conjugaron su ojo fotográfico con el dedo índice al disparar el obturador de las cámaras: el Antropólogo Alfonso Fabila -a quien debemos una de las etnografías más importantes de Jamiltepec del Siglo XX-, a los hermanos Mayo que efectuaron el registro de la gira del Dr. Caso en 1965 en la región, y a muchos otros desconocidos que nos dejaron su arte y hoy disfrutamos.
Si la cultura es el modo de ser total de un pueblo, su unicidad íntegra, su diversidad e historia, su danza y paisaje, “Jamiltepec antiguo” es en su esencia y forma, la decantación de la cultura, su expresión más pura y exultante. Es la revelación del blanco y negro que cobra vida en nuestras conciencias, donde le damos su valioso significado, es la contraparte perfecta de la lluvia cromática de “Jamiltepec de mil colores”.
Re-vivamos la antigua lejanía haciéndola tangible y parte nuestra. Que el “Jamiltepec antiguo” nos siga en-señando en la alegría, la dignidad y el respeto; también que nos alumbre en la mejor apropiación del mundo contemporáneo.
Dr. J. Fco. Ziga Gabriel, julio 2017.
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