Prologo al libro “Costumbres y tradiciones de los pueblos negros de la Costa Chica de Oaxaca” de Israel Reyes Larrea

Por: Francisco Ziga

Tiene el lector en sus manos un aporte de uno de los más notables promotores culturales de la Costa Chica: Israel Reyes Larrea, quien en esta ocasión nos entrega su libro “Costumbres y tradiciones de los Pueblos Negros de la Costa Chica de Oaxaca”.

Al leer este libro me viene a la memoria el trabajo realizado por Israel, desde aquel primer encuentro de música y danza indígena y negra a inicios de la década de los noventa, quien, junto con José María Peláez Vargas y un grupo nutrido de jóvenes y adultos, iniciaron no solo la actualización de la danza de La Tortuga en José María Morelos, Santa María Huazolotitlán, Oaxaca, a instancias de la Casa del Pueblo; sino también con el arduo trabajo de promover la música y las danzas de nuestra región cultural a través de los encuentros por ellos promovidos en los años subsiguientes.

Es dable pensar también, al prologar esta entrega, en el tejido fino que se ha logrado construir y que ha desembocado en coordinaciones regionales para iniciar los primeros pasos de un sueño lejano consistente en el reconocimiento legal de uno de los horizontes culturales que se ha construido en nuestra región: el del Pueblo Negro de Guerrero y Oaxaca. En esta tarea, un aporte importante es sin duda este libro, que nos pone a la vista hoy Israel.

Creo que una razón central en todo proceso de subsunción cultural es el desconocimiento e ignorancia de la forma de ser del “otro”, lo que interpone una nube de humo entre quienes se relacionan en una cercanía geográfica, eso que bien podría llamarse la obnubilación cultural; la cual tampoco se puede entender si dejamos de lado la imagen de región de poder. Ambos niveles de relación social son distintos en cuanto a sus formas de transformación, sin embargo una no podría darse sin la otra, y un paso dado en una repercute sin duda en la otra.

Estoy convencido que el propósito de este libro es descubrir los velos de esa invisibilidad, entendida esta en su aspecto múltiple, lo que implica pensar que contra el desconocimiento de los otros respecto a los que somos, primero debemos anteponer el conocimiento de nosotros mismos, para proyectarnos en el rompimiento de las diversas cortinas que nos separan y nos hacen “exóticos” a los otros. Esa es la tarea hacia donde propende esta obra.

Israel nos abre las puertas para viajar por los laberintos culturales del Pueblo Negro de la Costa. Abre su texto con los contornos geográficos e históricos y de allí parte para incursionar en los ritos de vida y muerte, en los universos musicales donde se plasma la microhistoria, en la danza y los bailes que revelan el gozo de vivir característico de los Negros y que remiten a una concepción exultante de la vida de la cual hay mucho que aprender.

Estoy seguro de que el lector saldrá impresionado de esta lectura apasionante y, desde el “Foro Afromexicanos. Por el reconocimiento constitucional del Pueblo Negro”, deseamos que se conviertan en firmes promotores de nuestras mejores tradiciones culturales.

Francisco Ziga. Café Adobe, Jamiltepec, Oaxaca.

Publicado en el periódico Opinión. Pinotepa Nacional, Oaxaca. 1 de mayo 2008

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Acerca de zigga

Hacktivista ambiental. Estudios sobre realidades en Afroindoamérica.
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